¿A qué llamamos Cultura Maker?
Las tecnologías y pedagogías emergentes desde los Makerspaces se convierten en hacedoras de espacios para que las personas se encuentren a compartir recursos, conocimientos, trabajar en proyectos, generar networking y construir en forma colaborativa.
La Cultura Maker también denominada “movimiento maker” es fundamental para construir aprendizajes significativos. “Maker” proviene del verbo inglés “to make”, cuya traducción al castellano es “hacer”. Este movimiento se define con un verbo porque su base es la práctica, el aprendizaje en acción. Se inspira en la cultura DIY (Do It Yourself, hazlo tu mismo). Es una invitación a las personas para la construcción de sus propias creaciones, en base a sus ideas y experiencias.
¿Cómo la desarrollamos?
El desarrollo de la mentalidad maker traslada por completo el foco de la experiencia de aprendizaje al estudiante o participante. Es una metodología activa, de instrucción no directa y centrada en el aprendiz, que se enmarca dentro de la teoría constructivista, priorizando el aprendizaje en red, colaborativo y experiencial. El aprendiz es el protagonista de su propio aprendizaje, que sucede derivado de su acción (learning by doing). La labor del docente/coach/facilitador en la cultura maker es facilitar un espacio de exploración y la herramienta fundamental para propiciarlo es la pregunta priorizando el valor de la indagación en el proceso de aprendizaje activo. La aplicación del movimiento maker a espacios de educación formal normalmente viene de la mano del ABP, el aprendizaje basado en proyectos.
¿Cuánto más podría seguir creciendo tu organización con las nuevas tecnologías y pedagogías emergentes?
